Qué son los edificios de consumo casi nulo (nZEB)
¿Has pensado en cuánto consume un edificio al mes? Un edificio emblemático o tal vez en el que vives. No, no pienses en dinero, sino en consumo de energía.
Dentro de unos años, todos serán edificios de consumo casi nulo, y no solo por los avances de la tecnología, sino porque en muchos países de Europa será obligatorio por ley a partir del 2019.
Las obligaciones normativas sobre los edificios de consumo casi nulo, nacen de la lucha que la Unión Europea mantiene para frenar el cambio climático y prevenir el encarecimiento de fuentes de energía y su volatilidad.
¿Qué son los edificios de consumo casi nulo?
Los edificios de consumo casi nulo son aquellos cuya demanda de energía es muy baja o prácticamente nula, gracias a un alto aprovechamiento de la energía de la que dispone.
Reducir el consumo de un edificio al mínimo se logra partiendo de las técnicas de construcción actuales y añadiendo nuevos elementos: una mayor atención al aislamiento y a la ventilación y, sobre todo, la integración de sistemas inteligentes para implementar y combinar energías renovables como la solar térmica, fotovoltaica, geotérmica, aerotérmia y biomasa.
El consumo de energía se puede reducir desde el 75-85% respecto del consumo actual de cualquier edificio.
Requisitos de los edificios de consumo casi nulo en España
Los requisitos para que la Unión Europea y sus países miembros califiquen a un edificio como “edificio de consumo casi nulo” o nZEB (por sus siglas en inglés), son sólo dos, aunque deben ser desarrollados.
Estos dos requisitos son sencillos de explicar: disminuir el consumo de energía en los edificios al mínimo y, la energía que éste consuma, debe provenir de energías renovables (amigables con el medio ambiente). Sencillo, ¿verdad?
Interpretando éstos dos requisitos, un edificio de consumo casi nulo implica entre otros:
- Aumentar los aislamientos térmicos del edificio así como incorporar elementos que ayuden a reducir el impacto del clima en el rendimiento energético del edificio.
- Mejorar en los acristalamientos y las carpinterías.
- Mejorar las condiciones de ventilación de los edificios, incorporando sistemas de ventilación con recuperador.
- Suministro de agua caliente sanitaria a partir de fuentes renovables.
- Gestión para la optimización del uso de la energía térmica y eléctrica.
- Sistemas de energía solar fotovoltaica compatibles con otros como la energía eólica
- Incorporar sistemas eficientes de iluminación.
- Utilizar sistemas de emisión más eficientes y confortables como el suelo radiante o radiadores de baja temperatura (ventiloconvectores).
- Sistemas de calefacción y refrigeración renovables y más eficientes (geotermia, aerotérmia y biomasa)
Un edificio de consumo casi nulo se caracteriza por un indicador numérico del uso de energía expresado en kWh/m² por año, algunos países toman éste consumo por año como regla para calificar a un edificio como nZEB, en otros, en cambio, se tienen en cuenta las reducciones en forma de porcentaje, de sus emisiones de dióxido de carbono.
Por eso no hay aún requerimientos concretos sobre los porcentajes y requisitos para considerarlos como tal, ya que no todos los países de la Unión Europea se han unido al proyecto, ni declarado sus propios requisitos.
Todos los que construyan edificios a partir del año 2019 tendrán que superar un conjunto de requerimientos, añadido al que deben superar en la actualidad en cuanto a permisos de construcción: la Unión Europea exige que los edificios a partir de 2019 sean de consumo casi nulo, pero los países, como es costumbre, van cada uno a su ritmo.
Tan solo 15 de los países miembros han definido qué edificios serán considerados de consumo casi nulo, de ellos, tan solo 3 tienen claras las exigencias que se les aplicará a los nuevos edificios, y 9 ya aplican exigencias a los edificios ya existentes.
España forma parte del grupo que va a un ritmo mucho más lento que el resto: apenas se están definiendo los requisitos que deberán cumplir los edificios existentes nZEB y también están en desarrollo para los nuevos.
A partir del 2021, éstas exigencias se aplicarán a todos los edificios, incluyendo viviendas unifamiliares.